ANGELLOTTI CON ACENTO EN LA O

F. Garrido • 27 de abril de 2025

ANGELLOTTI CON ACENTO EN LA O


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© Fernando Garrido, 27, IV, 2025


Esta semana un conocido trotaplatós pariente de madre, sin más oficio, virtud, mérito ni padre conocido que apellidarse Miró con acento en la o, decía que hoy en España se vive mejor que hace siete años.

El susoidiota en cuestión, a pesar de serlo con avaricia y nada original fuera del guion que lo entregan cada día sus amos o jefes, sólo es uno más de ese gremio de sincrónicos soplagaitas televisados; aunque al menos sabe calcular los años que su amado líder lleva como presidente del gobierno, desde que inauguraran la nueva era de corrupción político dinástica más cara hasta ahora vivida por el ciudadano español. Si no, que nos cuenten ellos cómo el dinero se nos evapora del bolsillo al compás de sus calaveradas y expolios, de sus parientes y puigdemonios.

Un ejemplo reciente. Ayer mismo acudía a una conocida librería de ámbito nacional en busca de un libro. No lo encontré porque está agotado y descatalogado. En el intento, por casualidad me tropecé en las estanterías de esa casa con otro que precisamente llevo estos días conmigo como libro de compañía en mis paseos cordobeses. Lo compré en esta misma ciudad en 2017, no en este establecimiento, sino en uno de toda la vida, la histórica librería Luque en la calle Cruz Conde, junto a Tendillas. Librería que ha desaparecido como otras tantas en Córdoba (Beta, Anaquel y República de las Letras) estos últimos años del bienestar sanchista; qué casualidad… Al parecer sus cuentas de resultados tampoco andaban tan de acuerdo con los barruntos del tal acentuado palanganas.

Pero lo peor es que el mismo volumen que adquirí entonces por un centimito menos de siete euros (6,99 €), ahora, siete años después, cuesta cinco eurazos más (11,99 €). El mismo libro, igual papel, mismo autor, igual texto y la misma editorial (Booket, Seix Barral, Planeta, Barcelona) que ahora lo marca a un precio de venta casi el doble, cerca de un noventa por ciento más. Qué ha sucedido. Podría explicarme ese merluzo acentuado o sin acentuar por qué un título que no es novedad, aparecido hace más de treinta años (en 1991), publicado ya dos décadas en esta edición de bolsillo y cuyo autor en estos años no ha recibido el premio Nobel, cueste y haya subido esa barbaridad.

No será que hoy en España, ese vergel de alelíes, berzas, lombardas y coles bruselenses, con cien euros haces la mitad que antes de aquella mítica fecha del cambio de régimen opinativo.

No me lo digan, ya lo sé: la culpa es de Angellotti …


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