“ARENA SAHARIANA”
microrrelato para un verano en llamas
© Fernando Garrido, septiembre 2022
Él tenía un ser lésbico, y su ella era homosexual.
Fue lo suyo un soplo estacional, efímero.
Era agosto cuando, ebrias con el néctar de los tiempos, urgía enamorarse rompiendo corazones. Quisieron, con su amor, ser espejo de luz cálida en la noche de los tiempos y fundar su estirpe en una morada aún vacía.
Persiguieron, con besos nutricios, a un criador huidizo, poseedor –quizás- de una improbable ley invertebrada.
Encontraron, al fin, las sombras de un gran roble bajo cúpula estrellada, donde yacer la narcótica modorra estival.
Ambas despertaron del sueño, desnudas, con la primera hiel de otoño, y no estaban el árbol, ni el fruto, ni siquiera el rastro fósil de un reptil invasor.
Su hondo sexo era gélida nevera; la carne, estéril y vacía.
Su amorío, pasada la embriaguez, estaba allí, evanescente, adánico, acostado sin simiente en un lecho de arena sahariana.
FIN