EL TARDEO
Fernando Garrido, 18, XII, 2022
Son las taurinas cinco de la tarde. “Tardeo” anuncia el cartel: “Remember 80´s & 90´s”. Se lidia en el Café del Trópico. Pincha espadas: Javi Palomo y Alfredo Rincón, mano a mano, una cita con la música y la canción.
Suenan clarines de los ochenta y noventa. La sala está llena a más no caber. Viejos amigos, antiguos conocidos; también rollos y amistades perdidas en el ayer.
Ah, mira, sí, creo que es él.
Ah, pero si es ella. Ya te digo, de toda la vida, figúrate.
No te he reconocido, pero sigues igual, serán mis neuronas que ya no dan...
Te encuentro fenomenal, como aquellas tardes en el Trebol o la Chapi… Jo… ¡La mar salá!
Chica, no has cambiado casi nada en veinte años que hace ya.
No te equivoques, que son más… Son treinta sin vernos en aquel bar: el Bartolo, el Kaya, el Carpa, Paparazzi, Tebeo, el Tierra, el Gallo, el Gato, los Toneles, el Puli, ¡vaya corral!
¡Qué tiempos! Y ahora en los malditos dos mil veinte dónde está aquella libertad.
Qué haces, a qué te dedicas. Dónde estás, dónde vives, con quién vas ¿Sabes algo de los demás? Se habla por hablar…
Alfredo pone el dancing y Javi pincha el género nacional. Suenan los Nikis. Jolgorio imperial. Sube el volumen, levanta los brazos y se enardece el personal: danzad, danzad malditos que no hay ayer sino hoy, que el mañana es un tal vez.
Temas y melodías van saliendo del fondo del armario pop. Nos suena todo, mucho y bien.
Mírala, mira a esa chica punk ¿Es de hoy o de es de ayer? Es divina, programada para el baile y el selfi en la noche de Marte. Quizás jamás la hubiésemos conocido sino es por aquella canción de Roxy o de los Ramones o … los Secretos, Loquillo, La Guardia, Elegantes, Alaska, los Rebeldes o Tennessee.
En Toledo, el tardeo del Trópico se hace tópico. Noche toledana, aunque a diecisiete de diciembre, el ritmo y la temperatura sube, sube y sube, hasta sudar.
Son las diez. Nadie se va. No queda cerveza fría. Una panda de sedientos, todo sigue igual.
Se repite esa foto del cartel con la calle Feria llena a reventar. Allí estábamos todos la Navidad de 1988, en la puerta de La Viña botellín en mano. Como ahora con canas despeinás.
Pelillos a la mar…
Oye, qué tomas, vamos a bailar, en Acuarela, en Gris, en Máscara o de bares, qué lugares, tan gratos para conversar… Pero si no queda cerveza y nos cierran vámonos a casa que son las once. Otro día será.
Antes dime ¿Hasta cuándo?
Pregúntale a Palomo, que lo tiene planeado ya. Y si no, nos veremos cualquier día en cualquier fiesta.
Hasta pronto, saludos a todos y Feliz Navidad.