“ILEGALES”
© Fernando Garrido, agosto 2022
El casete estaba manipulado con cinta de celofán para evitar ser regrabado por descuido. Tenía rotulada a boli, en mayúsculas, la palabra “ILEGALES”.
Más abajo, con letruja apretada, aparecía una lista con títulos de canciones.
El objeto estaba allí, criando polvo y pelusa al abrir el cajón de un aparador que, a juzgar por unas pesetas roñosas olvidadas, no había sido visitado desde hacía casi medio siglo.
Tan sólo unos minutos antes, ella y su panda acababan de reventar la cerradura de la puerta e inspeccionaban los objetos de valor y las condiciones de habitabilidad del piso.
“El Latas” estaba en el zaguán de entrada haciendo un apaño en los cables del armarito de contador empotrado en la pared; al cabo gritó:
-¡Hey! ¡Ya tenemos luz! Probar a ver…
Sobre el aparador estaban colocadas aquellas típicas figurillas kitsch: la torre Eifel, el Coliseo, el acueducto de Segovia, el Big Ben, los gigantillos de Burgos, el Manneken Pis, un Santiago Apostol... y también un radiocasete Sanyo cubierto por una pátina de hollin. Ella lo sopló a pleno pulmón levantando una brumilla gris con sabor amargo que se le introdujo por boca y nariz.
Escupió y enchufó el aparato. Puso en él la cinta magnética.
Tosió y volvió a escupir.
Aplastó con desprecio la tecla de reproducción y se escucharon en toda la casa acordes estridentes de contrabajo, guitarra eléctrica, y una voz rota, casi repelente, que cantaba:
Recuerdo cuando llegué aquí, sin rostro y sin enfermedad, las cosas que solía hacer allá en el campo de batalla. No hay rusos en el Kremlin ¡No! No hay bases en Viena ¡No! ¡No! No hay bancos en Suiza ¡No! No hay ruinas en Grecia.
¡No! ¡No! Europa ha muerto. Europa ha muerto.
Yo enterré a Brigitte Bardot, en un bosque de rosas muertas; luego me emborraché en París, Virgen de la Santa Resaca. No hay muro en Berlín ¡No! No hay bases en Viena ¡No! ¡No! No hay bancos en Suiza ¡No! No hay Papa en Roma.
¡No! ¡No! Europa ha muerto. Europa ha muerto.
Me trajeron al hospital, algo en mi cabeza no funciona; yo era un soldado americano, ahora soy el último europeo. No hay muro en Berlín ¡No! No hay bases en Viena ¡No! ¡No! No hay bancos en Suiza ¡No! No hay punkies en Londres.
¡No! ¡No! Europa ha muerto. Europa ha muerto.
Acompañando las últimas estrofas con movimientos espasmódicos, apareció en el salón “el Latas”, haciendo como que tocaba la guitarra o algo parecido, y exclamó:
-Está dabuti la queli esta; puta madre colegas, cambiamos la cerradura y nos la quedamos ¿No?... Europa ha muerto-o-o... Europa ha muerto-o-o...
"Europa ha Muerto" tema original de Jorge Martínez "Ilegal", vinilo 12", 45 RPM, 1983, Sociedad Fonográfica Asturiana.
Grabación directo, Rock Club, San Bernardo, Madrid, 1988.