© Fernando Garrido, 15, VII, 2022
Por fin saltó la noticia que de verdad importa en medio de la inflación, la confiscación fiscal, o la ruina ciudadana y patrimonial toledana; pero por fin el fantasma del fascismo y Franco recorren Toledo para asustar a los niños por los callejones.
La cosa noticiosa viene porque alguien soltó un ¡viva! en Zocodover a don Francisco y, días antes, unos turistas italianos se hacían un selfie en el patio de armas del Alcázar de Toledo con una pancarta -algo cutre- donde se leía: “ONORE AL GENERAL MOSCARDÓ”.
Todo ese importantísimo material informativo es gran noticia en un diario financiado con el dinero público de todos para hacer la propaganda que conviene al poder y dar los pregones que les interese difundir en cada ocasión.
Respecto a los ciudadanos italianos de visita a Toledo, al parecer se trataba de hinchas del club de futbol Lazio (Società Sportiva Lazio) de Roma.
Objetivamente el hecho en sí no tiene mayor recorrido ni importancia que el de ser un nostálgico, o caprichoso homenaje particular de unos tiffosi romani a la memoria de un destacado militar español, conocido, sobre todo, por un episodio histórico e indiscutiblemente heroico de nuestra Guerra Incivil.
El “periodista” encargado, o mejor dicho, el comisario político “juntapalabros”, que se hizo pis en el teclado encapuchado bajo las siglas FJR, no desaprovechó la ocasión de agradar a sus amos empleándose a fondo en una pésima crónica “periodística” donde, con despliegue de batiburrillo wikipédico, habla de “manifestación fascista”, “nazis y racistas”, de “partido nacionalsocialista español”, de “juventudes hitlerianas”, de “Hitler y Mussolini” etcétera, etcétera, y de paso considerar al general Moscardó como “héroe fascista” y calificar de “leyenda y mito” el asedio del Alcázar *.
Con ánimo de hacer pedagogía pongo aquí una foto de esa “leyenda” que ese tal FJR vomita sobre el papel que todos obligatoriamente le pagamos para que le impriman tonterías.
Mira poca sigla, no eres nadie, no te conocemos ni falta hace, te digo esto a ti como se lo podría decir al gremio de siervos mediáticos al que perteneces, y también a vuestros jefes, esos que no están precisamente en la redacción, sino en palacios toledanos tardo medievales y del barroco herreriano.
Escucha tronco: Moscardó fue un militar de honor; un valor que tú, poca sigla, y la mayoría en tu “profesión” desconocéis qué es.
Moscardó fue entre otras muchas, vocal de la Junta Nacional de Educación Física del Ministerio de Instrucción Pública, director del Colegio de Huérfanos de Infantería y de la Escuela Central de Gimnasia de Toledo, al tiempo que Comandante Militar de Toledo durante la II República. Pero Moscardó además arriesgó y pudo perder su vida defendiendo a España en la guerra de África o contra las hordas marxistas al servicio de la URS, y por supuesto, fue una de tantas víctimas del genocidio cometido en Toledo por el sicariado del PSOE y del PCE.
Luis, un chaval de 24 años, hijo de Moscardó, fue eliminado de manera similar a Miguel Ángel Blanco, tras un vil secuestro y petición de rescate (la rendición del Alcázar) que Moscardó no satisfizo a pesar de su gran dolor.
Qué no harían hoy, y pretenden volver a hacer, los cobardes que militan bajo las mismas siglas de aquel genocidio. Todos esos que montan el pollo si desaparece su gato o han de sacrificar a un perro infectado de un virus; pero sin embargo defienden tirar en una bolsa de basura a nascituros.
Escuchad: el asedio y destrucción del Alcázar de Toledo es uno de los crímenes contemporáneos más salvajes perpetrados en Toledo; algo no visto quizás desde la famosa “Noche Toledana” o “Jornada del Foso”, sucedida en tiempos del emir omeya Alhakan I hacia 797, en el mismo lugar; pero esa matanza, a falta de documentos, sí que podría ser leyenda, no así la masacre socialista antidemocrática en el treinta y seis.
Y aun así no ha habido nunca una destrucción tal del recinto defensivo de Toledo; porque, aunque tantas veces se intentó asaltarlo, los hombres de épocas remotas eran bastante más civilizados que la barbarie y el sindiós republicano de los siglos XX y XXI, porque hasta entonces cualquier asedio se daba con la intención de tomar la fortaleza y aprovechar luego sus ventajas; se tenía un respeto cuasi religioso a las magnas obras, cuyo valor simbólico y estratégico quedaba invariablemente adscrito al vencedor, fuese quien fuese. Así pasó cuando, por ejemplo, Alfonso VI tomó Toledo en 1085 sin apenas disparar una saeta.
Tampoco ha habido en Toledo, al menos en los últimos quinientos años, una obra de reconstrucción y restauración de patrimonio histórico tan importante y costosa como la que se hubo de acometer en los años siguientes a su voladura, para que la Ciudad no quedara sin su Alcázar milenario que, junto a su entorno inmediato, destruyeron socialistas y sindicalistas en apenas dos meses. Es la naturaleza propia de quienes hoy, por ejemplo, quieren hacer de nuevo terrorismo patrimonial con la cruz monumental de Cuelgamuros o tienen a Toledo reducido a camposanto ruinoso repleto de ratas con alas.
Moscardó fue un hombre de honor, y como tal se le rinde “onore”, aunque sea un acto -si se quiere algo gamberro, pero inocuo- de unos tifosos de la Lazio.
Qué más da quiénes sean; la verdad es igual si “Agamenone o il suo porquerizo”.
Es más, esos hinchas italianos lo han hecho viajando a costa de su peculio; ya quisiéramos eso mismo de tanto pancartero/a/e, que lo hacen con nuestra pasta para de paso insultar a España allá por donde van.
Resulta cuando menos curioso que vengan de fuera a homenajear a un hombre protagonista de hechos extraordinarios, que quedaron silenciados desde la transición democrática en función del pacto de reconciliación.
Pero hoy, ese pacto está roto en virtud de las infames leyes de “memoria democrática” escritas bajo el dictado del odio de terroristas vascos, del crimen organizado de las élites catalanas y toda la chusma comunista putinesca y bolivariana.
Por eso en Toledo debemos recordar cada día aquellos hechos a quienes desde las instituciones vienen a decirnos que ellos son el progreso y el futuro, pero no, ellos y sus siglas son el pasado más oscuro donde nos quieren de nuevo llevar.
BOLA EXTRA
Videoclip del grupo rock italiano, Innato Senso Di Allergia; tema, “Alcazar”, perteneciente al álbum "Conosci te stesso", CD editado por, Rupe Tarpea Produzioni, 2011.