© Fernando Garrido, 26, II, 2022
Qué se hará, qué será esta guerra comenzada en Ucrania. Cuál será su duración. Cuántas serán las pérdidas humanas y materiales, o hasta dónde llegarán los límites territoriales y de tutela económica o política del comunismo-imperialista.
No lo sabemos; pero temamos lo peor y sepamos que nadie, ni nada, quedará indeleble para las sociedades democráticas, ya de por sí altamente contaminadas ideológicamente y predispuestas al sometimiento voluntario bajo la presión del miedo. Lo hemos visto en el transcurso de los acontecimientos derivados de la propagación del virus chino, donde se han impuesto, y acatado sin apenas resistencia, formas totalitarias de control social.
Lo más preocupante de lo oído estos días al macho alfa ruso PTN es, a mi entender, la literal e instrumental pretensión de “desnazificación de Europa”.
PTN con ello anuncia, mediante una retórica falaz, muy común, pero altamente productiva, hasta dónde está dispuesto a llegar. Es la justificación para declarar la guerra a un enemigo antagónico, imaginario, que hace buena su ruptura con la legalidad internacional. Una legalidad que queda de ese modo calificada dentro del espectro de su viejo antagonista, al que sin embargo quitaron la cartera para hacerla suya.
Esto estamos acostumbrados a verlo en España. Recordemos por ejemplo, la cutre alerta antifascista del machito alfalfa de noble linaje terrorista, o el discurso de su partido comunista y demás facciosos filo terroristas, separatistas y xenófobos, que justifican el desacato y cuestionan la legalidad argumentando ser las leyes y la justicia española un marco represivo y vengativo, porque emana de un poder fascistoide tardofranquista; por tanto, ilegítimo y antidemocrático que, les ataca por constituir ellos la auténtica representación democrática y popular, lo que viene a ser igual pero con fórmulas lingüísticas más simpáticas, la dictadura del proletariado, o sea, el comunismo puro y duro dulcificado verbalmente.
No lo duden, PTN está en eso mismo. Ni él ni Rusia se curaron del comunismo. Por esto ahora, tras un colapso transitorio, no reconocen la soberanía de los países que formaron parte del imperialismo de la URS. Y va decidido a por todos ellos.
PTN habla de “desnazificación de Europa” porque él sabe que es un discurso muy agradable al progretariado internacional.
PTN usa esa dialéctica recuperada de un siniestro pasado, donde se dieron dos planteamientos ideológicos aparentemente antagonistas, ambos totalitarios e igualmente criminales de lesa humanidad.
Pero llegados al presente, ese marco ideológico conceptual del periodo en que se dan las dos Grandes Guerras en que, groso modo, Italia Alemania y Rusia, se disputaban la hegemonía y el poder sobre Europa, quedo liquidado por la intervención parcialmente ganadora de un tercer contendiente: la libertad, representada por la democracia occidental, liderada por EEUU. En realidad, la victoria de ese bloque solo fue una dulce derrota, porque el viejo continente se curó del nacionalismo socialista que Núremberg y la Historia condenaron para siempre. No sucediendo así, a pesar de sus infinitos crímenes, con el socialismo internacionalista o imperialista que, desde entonces y más allá de la URSS, siempre ha planeado y alimentado a las dictaduras y tiranías que en el mundo operan.
Pero no sólo, porque las democracias occidentales nunca se han librado de ese fantasma que ha seguido recorriendo Europa vehiculado en el discurso político, aparentemente descafeinado, que se constituyó tras la II Guerra M. con la sugestiva marca genérica de socialdemocracia.
Una sugestión ideológica ahora falazmente evolucionada en forma de progresismo, para homologar –epidérmicamente- las incompatibilidades de las logias socialistas con la democracia liberal;
porque su estructura medular ha custodiado celosamente el germen comunista bajo un chapado cosmético que le ha permitido sobrevivir muy bien al amparo democrático. Techo bajo el cual han ido liberando y esparciendo lentamente la simiente en dosis encapsuladas, distribuidas bajo prescripción de solución a problemas de las democracias, que cíclicamente aparecen mediante la creación de necesidades (igualdad, sostenibilidad, inclusividad…) y forzar enfrentamientos dialécticos entre virtuales antagonismos sociales e ideológicos (de género, de nacionalidad y lengua, de ideas y creencias, etc.)
Los orondos sindicatos de clase y los partidos políticos apellidados socialdemócratas o progresistas, contemplan románticamente en su horizonte las máximas aspiraciones del marxismo, al que nunca sinceramente han renunciado.
PTN es el síntoma antropológico de una nunca curada enfermedad de la humanidad que es esa forma de socialismo llamada comunismo. Esto es ahora más que evidente. Es más, ha continuado activo a lo largo de más de un siglo, residiendo en distintas localizaciones del planeta sin solución de continuidad.
El mal que no se ataca, se extiende. Así viene sucediendo. Este es el momento en que su potencia a nivel mundial, acumulada a lo largo de las últimas décadas, reúne fuerzas capaces de pegar un gran golpe de autoridad sobre la humanidad.
Desde China a Rusia, pasando por Corea, las Américas y llegando a la Unión Europea, el Globo está hoy más que nunca teñido de intenso rojo criminal.
A cuyo plan acudió en primer lugar el jinete de la peste servido desde China, y ahora el de la guerra y el del hambre. Después, sí nadie lo remedia, acudirá sobre el misterioso corcel blanco el mesías de un nuevo orden mundial.
Afganistán nos ha enseñado que esta partida la tiene ya perdida Occidente desde hace décadas.
Da pavor ver a USA representada por la momia Biden, trémula, leyendo en el teleprompter advertencias que no cumplirá, emplazando a un enemigo al que le entra risa.
La OTAN no da ni miedo, porque se ha convertido en un club de estados Happy Flowers.
La ONU es un carnaval de satrapías.
La ONS un fiel aliado de la ingeniería biológica y social.
Las democracias de la UE no ven más amenaza que el espejismo de un ser humano –blanco- culpable universal que contamina el planeta, y una sociedad imperfecta de cuño heteropatriarcal que necesita ser reeducada en los nuevos valores que condenan la execrable historia de la humanidad civilizada.
¿Combatirá Europa al invasor con palas eólicas, o tal vez con placas fotovoltaicas al modo de Arquímedes de Siracusa?
¿Lanzara en vanguardia un violento ejercito machista, o serán quizás una legión animalista con cabras ariete y mascotas perfumadas, las encargadas de la defensa de la democracia? ¿Se utilizará el metano de las vacas como combustible ecológico para lanzallamas?
¿Cobraremos a los familiares de los caídos a diez céntimos las bolsas de plástico para guardar sus cadáveres, o los incineraremos con descargas de taser eléctrico para no hacer malos humos?
¿Volveremos a ver pancartas de “No a la Guerra” enarboladas por el quintacolumnismo que clama por la rendición de la libertad en pos de la esclavitud?
¿Aceptaremos nuevas medidas de excepción justificadas sobre la base de una economía y estado de guerra?
No lo sé.
Lo que sí es casi seguro, es que este carnaval 2022 el disfraz más vendido y popular será el de Putin. Y cómo no, fabricado en China comunista y comercializado en las tiendas multi producto regentadas tambien por chinos.
Tan alejados estamos de la realidad, enredados en el embeleco del hedonismo narcisista en el estado del bienestar, que sufriremos de repente el hiperrealismo inexorable y atroz de la esclavitud.
Es tanta la desorientación de nuestra civilización en estas horas, que me viene a cuento una vieja canción punk de los ochenta, no menos turbada, compuesta e interpretada por los chicos de “Polanski y el Ardor”. Ellos se se preguntan: ¿qué harías tú en un ataque preventivo de la URSS?
Sello:Spansuls Records; Vinilo, 12", 45 RPM, Maxi-Single, Limited Edition
Publicado:1982
LETRA
No, no, no, no, no es posible
Se ha averiado mi respuesta flexible
Y el Airbus, se ha vuelto loco
Y no me quiere llevar al Orinoco
Qué harías tú en un ataque preventivo de la URSS
Qué harías tú en un ataque preventivo de la URSS
Qué harías tú
No sé
No, no, no, no, no tengo novia
Y no me mola el pacto de Varsovia
Ese señor me tiene gato
Y no me mola el tratado de la NATO
Qué harías tú en un ataque preventivo de la URSS
Qué harías tú en un ataque preventivo de la URSS
Qué harías tú
No sé
No, no, no, no, no es posible
Lanzar un Yakovlev ocho con misiles
Y el Airbus se ha vuelto loco
Y no me quiere llevar al Orinoco
Qué harías tú en un ataque preventivo de la URSS
Qué harías tú en un ataque preventivo de la URSS
Qué harías tú
No sé
No sé
No sé