Tribuna abierta por Josué Martín, presidente de VOX Guadalajara
21 de abril de 2022
Esta semana hemos sabido que la Castilla-La Mancha de García Page emplea el 50,1% de su presupuesto en pagar nóminas. La nada despreciable cifra de 4.900 millones de euros. Somos líderes nacionales en esta estadística según la Intervención General del Estado. También podemos decir `orgullosos´ los castellano manchegos que vivimos en la comunidad con el record nacional en el IPC. Cerramos el 2021 con una variación anual en el Índice de Precios al Consumo del 7,6%.
Se llenan la boca diciendo que los impuestos son para mantener la sanidad y la educación. Sin embargo, promocionan que los guadalajareños tengan que acudir a la sanidad privada para ser atendidas. Todo por su incapacidad para gestionar el atraco impositivo que sufrimos. Mientras tanto seguimos sin los centros de salud prometidos como el de Cabanillas del Campo y hospitales fantasmas como el de la capital.
Este martes finalizó la obligación del uso de mascarillas en interiores. Señal inequívoca de que el la incidencia del virus está bajando. Hecho este que supone el fin a la excusa favorita de nuestro gobierno autonómico para la muy deficiente calidad de nuestra sanidad.
Se ha echado a nuestros funcionarios a los leones ante la opinión pública. Haciendo a sanitarios y docentes responsables de la deficiente gestión de la crisis. Ocultando que los verdaderos motivos han sido la falta de recursos. Motivado por derivar presupuesto a chiringuitos de género, sindicatos y otros estómagos agradecidos del entorno socialista.
Por mucho tiempo que pase no olvidamos a nuestros mayores. Cómo la Junta les dejó abandonados a su suerte. Nuestros familiares se marcharon ante la desidia y lamentable gestión socialista. Muy pendientes de la foto, poco de los más débiles. El tiempo les juzgará. Espero que los tribunales también lo hagan algún día.
En Guadalajara sabemos bien las interminables listas de espera que sufrimos.
No sorprende ya a nadie, el sangrante caso de una operación de oído que acumula ya tres años y tres meses en lista de espera. Todo tipo de pruebas diagnósticas con más de doce meses de plazo. Eso si tienes suerte y te la dan en el Hospital Universitario. En otras muchas ocasiones te dan cita en algún inhóspito rincón de la región.
Tampoco es que nuestro Hospital sea un novedoso referente a nivel, no ya nacional, ni tan siquiera regional. Cuarenta años cumplió el pasado 25 de enero y todavía conserva el mismo mobiliario de entonces. Cuando se construyó, nuestra capital tenía 57.000 habitantes. Ahora 30.000 habitantes más están empadronados en Guadalajara. A estos habría que sumar los nuevos vecinos de múltiples municipios del Corredor del Henares. En definitiva, tenemos instalaciones de hace cuarenta años para atender a más del doble de población.
Mientras tanto, los guadalajareños observamos sorprendidos nuestra propia obra de El Escorial. El nuevo hospital anexo al antiguo que continúa durmiendo el sueño de los justos. Unos por otros, nunca se termina de abrir. Barreda, Cospedal y ahora García Page han intentado, con pocas ganas, abrirlo. La salud de nuestros vecinos no les importa mucho, pero cobrar por el aparcamiento sí. De hecho, a la hora de abrir el nuevo parking, si se han dado prisa.
Se avecinan nuevas elecciones autonómicas y municipales, quedan solo trece meses. Muy mal se nos tiene que dar para no ver una foto de Alberto Rojo, José Luis Vega, Pablo Bellido y nuestro amado líder Emiliano, poniendo aunque sea, la enésima primera piedra del nuevo hospital. De abrirlo ni hablamos, aunque no descarten una apertura exprés, para volver a cerrarlo después de las urnas.
Presumamos de Castilla-La Mancha. Líderes nacionales en la ignominia, pero líderes, al fin y al cabo.