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Fernando Garrido, 2, XII, 2022
La Historia es el gran repositorio donde se registra y almacena la libertad del hombre en cada época y lugar.
Aunque pueda sorprender la historia tiene que ver siempre con la libertad, porque es lo esencial de la actividad humana. Tiempos licenciosos, racionales o de esclavitud siempre vienen determinados por la libertad de unos pocos o de muchos: anarquías, jefaturas, monarquías, tiranías, repúblicas y democracias.
Aunque cuando las libertades de la mayoría quedan en suspenso, el registro objetivo de la historia desaparece o es falseado por aquellos que han robado la libertad a los demás, suplantando esa historia con la frágil memoria colectiva mítica o utilitaria.
Pero por encima de esa memoria creativa o literaria, la historia criminal del PSOE, UGT, ERC, PNV, PCE, BILDU-BATASUNA-ETA, es historia rigurosa, real y documentada.
Es la negra historia de los siglos XX y XXI en España, donde se repiten siglas, delitos, hechos, propósitos e intereses comunes. Una mochila histórica preñada con bombas, pistolas, robos, violencia, asesinatos, represión, odio, masacres, golpes y mentiras.
Cuando SNCHZ dice que pasará a la historia por haber profanado con fuerza de ley el sepulcro de Franco, está diciendo que se vuelve al punto de partida, que se borra la historia por espacio de un siglo.
Ninguna novedad en esto, sino la voluntad de repetición actualizada para el triunfo de la barbarie socialista en alianza siempre contra la ley y la libertad.
Hay sin embargo algo diferente. Esa historia criminal hurtada por imposición a la memoria escrita e industria periodística o editorial, está por primera vez reunida y representada bajo un único principio de autoridad concentrado en un hombre que aspira a lo absoluto.
Como tal, el absoluto no conoce normas ni leyes ni hombres. Lo absoluto es el anhelo de poder de una imaginación enferma, la de SNCHZ.
Un sujeto que se quiere eterno, infinito, incondicionado, perfecto e invariable; suficiente en sí mismo, que crea y contiene todo lo existente: el bien y el mal, la vigilia y el sueño, la izquierda y derecha, hombre y mujer, el cielo y la tierra, el mar y el aire.
SNCHZ se presume para sí el Dios judaico; la razón universal y el espíritu absoluto hegeliano; la voluntad de Schopenhauer, el superhombre de Nietzsche, el Yo de Fichte, la intuición de Bergson; y aquel imposible borgiano: un mapa universal a escala 1:1.
Nuca nada y tan poco fue tanto en absoluto. Fuera de sí o dentro de sí también la nada.
Esa es la ambición SNCHZ.
La triste realidad es que frente a él, efectivamente, ya casi no hay nada. Solo están Vox, Cayetana, Ayuso, Sonia y poco más.
El resto son ya producto de él, SNCHZ el absoluto fantaseando con ser la historia de este país volviendo al punto de partida de una guerra incivil.
Como tal vez diría la ágil y dulce Cea Quintana, Sonia:
¿La Guerra Civil? no has sido tú, no he sido yo ¿entonces quién?
Él, el absoluto filocriminal: PSOE, UGT, ERC, PNV, PCE, BILDU-BATASUNA-ETA.