ESTADO DE PESADILLA
© Fernando Garrido, 11, XI, 2023
No somos negros en EEUU, sino españoles en un país abiertamente supremacista, no estamos en 1963 sino en 2023, pero igual que aquellos tenemos un sueño que se llama igualdad y libertad.
Los españoles expresamos estos días ese sueño, reunidos en cada ciudad con banderas frente a las casas del horror socialista, para gritar por nuestras libertades contra quienes nos las arrebatan para cumplir pactos con el diablo a cambio de unos meses de falsa eternidad.
Hoy uno de esos sueños del español decente podría ser el compartir unos minutos con el HIDEPUTA en una habitación donde no existiese, como en los avernos, ningún estado de derecho, ese mismo que proporcionaba, hasta ahora, a cada ciudadano garantías sobre su libertad, igualdad, seguridad jurídica e integridad personal.
Unos minutos nos bastarían para que el HIDEPUTA sufriera las consecuencias de lo que él mismo nos trae al pueblo, sometido a su régimen tiránico de esclavitud, terror social, político y fiscal, fornicando con las peores y más sucias alimañas políticas que hozan en este país.
Tan solo unos minutos de discreta estancia en esa habitación sin falcón, ujieres, siervos ni begoños, sin secretarios ni escoltas, solo el cobarde HIDEPUTA, frente a nos con un ticket de la compra diaria, para aplicarle el tanto por ciento y el ciento por uno del daño que nos está haciendo.
Unos instantes con el HIDEPUTA sin estado de derecho, fuera del foco de su jauría de pistoleros expertólogos, opinólogos, zorras y periodistas carroñeros, bastaría para aplicarle la estaca de la verdad que, como la cruz y la luz al vampiro, lo convertirían inmediatamente en pavesas, tras arder su piltrafa en las llamas de sus patrañas gigantescas.
Es un sueño, pero el HIDEPUTA ha de saber que se ha de tener cuidado con las ensoñaciones porque, incluso a él, pueden cumplírsele sin calcular de veras qué supone la alteración de la democracia y la constitución.
Y si el sueño del HIDEPUTA es reinar reduciendo nuestro estado de derecho a nada, ese mismo abismo puede llevarlo a él ¡ojalá! a la guillotina de una justicia discrecional alternativa.
PD. Cuando se siembra tanta traición, mentira y odio en beneficio personal, el sueño de muchos españoles pude ser tal vez la concordia con el espectro de Lee Harvey Oswald.