HERMANA YO SÍ TE DISFRUTO
© Fernando Garrido, 25, X, 2024
“Ven pa ca, pacá, peazo bicho que te empotro”. Lo dirá así, Íñigo, en plan agro popular, o de otro modo, cuando siente esa llamada de la naturaleza e impulso tan feminista, cuyo modelo rabiosamente actual resulta ser el machismo troglodita de Atapuerca.
O quizás, muy cursi y racional él, les dice, “mira tía, en realidad soy una víctima más de la tensión política, el neoliberalismo y el patriarcado, así que ya te vas poniendo dócil, sí o sí, porque provocas que mi estructura afectiva emocional y subjetividad tóxica se ponga más caliente que el palo de un churrero”.
Debe ser esto, porque según ha explicado en una carta con la acostumbrada y pedantesca verborrea podemita, el larguiruzo sátiro, Iñigo, esa sería la causa de los pecados que lo obligan a abandonar la política y de que el Mundo se lo pierda.
Aunque según parece muchos lo sabían y callaban en mafiosa omertá, no nos extraña, pues qué es el comunismo o socialismo sino un gran error para no aplicárselo a sí mismo, ni hacer honor a sus prédicas ni aunque fuesen sinceras y, cuando les pillan o algo les sale mal, la culpa siempre será de otros.
Por esto los conoceréis. A estas alturas quien no lo sepa es imbécil o está mojando en el mismo plato.
Pero ¿es sólo ese tal Iñigo, mosquita muerta, el que en su tiempo libre (24x365) va de donjuanesco empotrador de damas empoderadas?
Pues quisiera saber cuántos más hoy están metiendo sus babosas barbas a remojar, por si acaso un ente supremacista con dos tetas llamado mujer les puso a más de ciento veinte y después les llega una denuncia por acoso, abuso, uso o violación de su serrano cuerpo.
Es más, sería interesante conocer otros casos similares que se dan, seguro, en el ámbito LGTBIQ etc., también a consecuencia de la terrible presión que sufren por las fobias del heteropatriarcado criminal. Se me ocurre, por ejemplo, algún ministro boca chancla que no sabe nada ni contesta en comisión senatorial, como tampoco, suponemos, quiere recordar cuantas saunas y querubines ha conocido subjetivamente, ni palos y churrerías hay en el “sórdido” Madrid.
De verdad que es sólo ese tal Iñigo el que dice una cosa y hace la inversa ¿En serio?
Pero además sería bueno saber cuáles otros lo sufren, para erradicar el virus liberal que les impele a meter mano a los señuelos y bulos que deliberadamente esparce la derecha para acabar con sus carreras políticas y así arrebatarnos ese derecho universal a la pobreza y a una esclavitud socialista digna, que han conquistado para la humanidad.
No sé preocupen, llegarán en breve don Pumpido o el feminismo virago 3.0 para exonerar de culpa al acosador, adjudicando culpas a los que no son ni lo uno ni lo otro, a fin de salvaguardar a los políticos feministas y de izquierdas, tan salidos como el pico de una plancha o del armario, cuya misión trascendental es librar a la patria del fango fachosférico que la amenaza.
De todas formas, qué hay de malo en meter mano, puesto que yo sí te creo ponte a tiro para que, sin embargo, te disfrute aun sin queriendo.