© Fernando Garrido, 11, VI, 2024
Ayer anunció su renuncia. Pero sólo un poco. Sólo de esa parte que no le suma el jugosísimo estipendio de vicepiruja. Y porque el mundo la necesita, sin ella ya nada sería igual: un país sin derechos, ni pócimas, ni magia; una nación donde habrá que trabajar para vivir; una matria sin perros, ni flautas, ni longanizas.
Qué lástima, sucedió que a pesar de sus promesas, como la “satanasa” de A&McNamara, “un disco grabó y nadie lo compró”. Y es que canta como una maestriña de parvulario, dando alegres lecciones de las cosas que apenas sabe.
Cosas simples y tan sesudas como arribiña o abajiño, dentro y fuera, sumar, restar o dividir… Pero no es la cigarra Teresa, aunque eso sí, tiene la presuntuosa ternura de una cani vestidita de tul que, quizás, mejor hubiera encontrado su oportunidad en el cuadro de teatro de barrio, donde hubiese hecho delicias de gloria intrascendente, interpretando el papel de tonta sublime (Lina Morgan nos perdone), que tan de natural les sale a quienes, como ella, lo llevan ya de fábrica incorporado.
Pero no nos equivoque, porque la bobita damiña es en realidad una venenosa víbora, cómplice y participe de esa siniestra ideología que predica tanto amor hacia el ser humano como derechos para liberarnos del mundo cruel (patria o muerte), eliminándonos por cientos de millones y condenándonos a la esclavitud o miseria a muchos más.
Sí, lo han adivinado, se llama Díaz, y milita en el Partido Comunista desde 1986, pero nadie la ha oído confesar que lo es, y, ¿por qué seráaa? preguntaría ingenua aquella Fedra Lorente, la Bombi de infarto, en el “Un, Dos, Tres, responda otra vez”.
Insisto, como ella ¿Por qué será?
Responda. Por qué será que la comunista no dice que lo es: la pasionaria doncella de hierro que en la matrioska de 14 siglas se esconde.
Dicen de ella, que es traidora. Desde luego, y en primer lugar a la verdad. Es lo que tiene andarse en antagónicos imposibles: afirmar ser demócrata y comunista. Que no puede ser, como tampoco, contemporáneamente, antifascista y antisemita, o feminazi y grupie de Hamás a la vez …
Perro, qué barbaridad “¡Cómo está el servicio... de señoras!”, vuelvo al pentito Fabio (McNamara) De Miguel, quien en 1983 pareciera que, junto a otro endemoniado, la presentía ya en la letra y música de su irreverente tema pop punkarra, “Satana S.A.”:
Satanasa, satanasa
Yo te invoco, yo te invoco
Desde casa, desde casa
Con un moco, con un moco
Un mundo de placer y sensaciones,
Donde reina el rencor y la discordia
Todos juntos en un bus hacia Ibiza
Al Nepal, o hacia Galicia
Matasana, matanasa
En la olla está la grasa
Tía pasa de la grasa
Que no pasa de la grasa
Al rato pasó y así se quedó
Un disco grabó, y nadie lo compró
Que divina estás, que sílfide estás
Todo el día en flash, porque eres lo más
Un mundo de placer y sensaciones,
Donde reina el rencor y la discordia
Todos juntos en un bus hacia Ibiza
Al Nepal, o hacia Galicia...
Ayer anunció su renuncia, sólo un poco ¡Menos mal, porque el mundo la necesita!
BOLA EXTRA