INFORMACIÓN U OPINIÓN CONMUTATIVA
© Fernando Garrido, 9, II, 2024
“Decenas de contenedores han ardido en plena calle esta madrugada; en los hechos no está implicada la ultraderecha; sin embargo, podría tratarse de grupos CDR no terroristas, bienintencionados, en pos de la ensoñada república.”
“A raíz del atentado yihadista, el imán de la M-30 ha denunciado conductas de xenofobia hacia el islam.”
“Se ha desarticulado una trama de explotación de trabajadores ilegales en que no están involucradas empresas Amancio Ortega.”
“La fiscalía está investigando un caso de prevaricación judicial, pero los jueces García Castellón ni Llarena, aparecen en los documentos como participantes en la trama.”
“Una joyería ha sido atracada a plena luz del día; no se cree que el Dioni sea autor de este robo.”
“Se han descubierto los cadáveres de cuatro perros ahorcados de un árbol; fuentes policiales han descartado la participación de Santiago Abascal en el salvaje canicido.”
No. Todo lo anterior no son exactamente sucesos reales, pero sí es la forma habitual en que son servidas cada día noticias parecidas.
Bajo un esquema similar es como daban ayer algunos medios la luctuosa noticia del asesinato de una mujer en Castro Urdiales.
Es decir, formulaban el hecho noticioso: “una mujer ha sido asesinada”; para, a continuación, añadir una morcilla ideológica, sibilina e interesada: “se descarta como móvil la violencia machista”. Aunque ya se sabía, porque todo apuntaba a que se trataba de un espantoso parricidio.
De esa forma se tortura la realidad, a fin de invocar a un inocente, considerado preventivamente criminal que ¡Joooder, qué lástima, qué putada! no ha participado en los hechos.
Ea, que no estropee la realidad lo que ha de ser que fuese. Entonces se dice de otro modo ¡Así reviente el mundo!
En ausencia del deseado machista universal, se le concita como el que no quiere la cosa, formulando subrepticia acusación mediante negativa evidencia de sospecha, que lo es, efectiva e implícitamente, sacándolo a pasear como que el Pisuerga pasa por Valladolid o, mejor dicho, el machismo que no pasa por Castro Urdiales, pero que sí o sí.
Ya lo dijo aquel: “que la verdad no estorbe una buena noticia”. Es la gran máxima del periodismo tendencioso (léase propaganda) afecto a este nuevo régimen tramposo de la información u opinión conmutativa.