VIOLENCIA, LEGÍTIMA DEFENSA
© Fernando Garrido, 9, XI, 2023
Ya no nos dejan otra salida que la esclavitud o defendernos, porque España antes de final de mes será una colonia de Cataluña y Vascongadas constituidas en metrópolis extractivas de lo que fuera la Nación española.
Tal es lo que ha negociado un SNCHZ que se ha proclamado autócrata, dueño universal del país y fuente de la que emana todo el poder y ley para la demolición de las estructuras del estado, sin lo cual la supervivencia del que sin duda es mayor criminal y enemigo del pueblo español, sería imposible.
El proceso iniciado hace décadas está a punto de culminar y no tendrá vuelta atrás sin dolor.
El dilema es claro: o él o nosotros. No hay otra, y para combatirlo nadie sobra en la empresa de liberación, ni siquiera aquellos violentos que se han trasladado de las gradas de los estadios de futbol a la calle Ferraz.
Porque ya se ha ido viendo que la violencia de la mafia golpista no se combate con flores. Y así, con pétalos de rosa, ha ocupado las instituciones la peor chusma imaginable.
Es vital hacerles frente con cualquier medio y en cada terreno.
Es necesario señalar a todos y cada uno ellos para que no estén seguros, que sientan, cobardes, el aliento justiciero de un pueblo español que les persiga allá por donde vayan.
Por su parte jueces, fiscales, políticos, empresarios, periodistas y comunicadores -no contaminados- deberán de luchar desde sus respectivos ámbitos.
Y si en nuestra defensa hay exaltados que se ponen en vanguardia de las protestas, sírvanos esos muchachos con piedras de legítimo instrumento intimidatorio.
Y dan lo mismo las acusaciones de la banda criminal y sus pistoleros mediáticos -inmensamente más violentos-, porque si no se producen altercados, los crean e inventan artificialmente.
Soy consciente de que esto que digo a muchos les parecerá una barbaridad, pero no existen revoluciones, contrarrevoluciones, ni reconquistas pacíficas.
Eso lo sabe bien el enemigo, que ejerce sistemáticamente una violencia multidireccional que ahora se borra y premia.
Hemos visto violencia contra políticos, parlamentos, sedes de partidos e infraestructuras, vandalismo, calles incendiadas y sembradas de cadáveres, hemos sufrido secuestros, extorsiones y el exilio forzoso de muchos amenazados. Amén de prevaricación, malversación y corrupción contra la propiedad pública y privada.
En un panorama donde queda derogado el estado de derecho y las leyes ya no protegen a la mayoría, habrá que ponerse a salvo al margen de la ley.
Y un día seremos amnistiados por defender legítimamente al Estado democrático español del gigantesco fraude de ley en que hoy perecemos como ciudadanos libres e iguales.